Ozark. ★★★★☆
3 temporadas. 30 episodios. (2017 - Actualidad)
Netflix
Un brillante asesor financiero de Chicago, Martin Byrde, y su socio trabajan blanqueando dinero para el segundo cartel de la droga más importante de Méjico. Todo se tuerce cuando los narcos les acusan de robarles y Marty debe cambiar de residencia con su familia en un intento desesperado por salvar sus vidas lavando una gran cantidad de dinero en tiempo record para volver a ganarse la confianza del cartel. Para ello, elige una región en el Lago Ozark, donde se mueve gran cantidad de dinero gracias a su actividad turística veraniega, pero nada va a ser tan fácil como parece.
Jason Bateman (Michael Bluth en Arrested Development) encarna a Marty Byrde y Laura Linney (Cathy Jameson en Con C Mayúscula/The Big C) es su esposa Wendy. Julia Garner (Kimberly Breland en The Americans, Ellie Landsberg en Maniac) es otra de las caras conocidas, dando vida en este caso a Ruth Langmore, una habitante de Ozark con un importante historial delictivo heredado de su familia como modo de vida y cuyo doblaje, por cierto, es bastante mediocre.
La primera temporada de esta serie se pasa volando. Jason Bateman está muy convincente en su papel de padre que hará lo imposible por salvar a su familia cueste lo que cueste a pesar de los mútiples contratiempos que se encuentra tanto con el cartel, como a nivel personal en su relación de pareja y con dos hijos en edad adolescente que no entienden lo que está ocurriendo. Marty Byrde es un personaje extremadamente inteligente capaz de reaccionar a la adversidad en segundos y sin uso de la violencia, de forma que va encontrando soluciones a todos los problemas que se le plantean. Hay giros de guión muy sorprendentes que te dejan boquiabierto por inesperados y es precisamente lo que más me ha enganchado de esta serie.
Ozark es una serie bastante adictiva y fácil de ver aunque, eso sí, con escenas explícitas de violencia como toda serie de narcotraficantes que se precie.
Temporada 2 (2018). 10 episodios. ★★★☆☆
Los Byrde continuan en su peligrosa labor de blanquear dinero del cartel y a la vez intentar mantener la paz dentro de su familia. La creación del casino es cada vez más complicada por las tensiones con los Snell, sus complicados socios y propietarios del terreno. Marty Byrde, como cerebro de la trama, tendrá que poner una vez más lo mejor de sí para poner a salvo el proyecto y con ello, a su familia.
Buena temporada, aunque comienza a caer en lo repetitivo. Problemas y más problemas con soluciones en ocasiones muy traumáticas, donde el personaje de Wendy va tomando cada vez más protagonismo, ya que si bien al principio era muy reticente a los negocios de su marido, va sintiéndose cada vez más capaz de ayudar y de dar sentido a su vida tomando parte del negocio. De momento, la serie aguanta el tipo a pesar de que para mi ha perdido algo de fuelle.
Temporada 3 (2020). 10 episodios. ★★★★☆
El casino por fin funciona, empieza a dar sus frutos y la familia trabaja como una máquina engrasada en lo que al negocio respecta. No es así en el aspecto familiar, ya que Marty y Wendy acentúan sus diferencias por distinta forma de ver cómo debe evolucionar Empresas Byrde. Marty se muestra temeroso y conservador, mientras que Wendy se ha vuelto ambiciosa y dispuesta a expandir el negocio cueste lo que cueste. Este enfrentamiento pone de nuevo a la pareja al borde del abismo, relación que se ve empeorada con la llegada del hermano de Wendy, un enfermo mental que complicará enormemente la situación. Para colmo, una auditoría fiscal del FBI asfixia el blanqueo en el casino.
Todo un acierto dotar de mayor protagonismo tanto a Wendy como a Ruth Langmore, que también se siente más segura de sí misma y comienza a dirigir el casino, planteándose si puede aspirar a más. El reparto de responsabilidades entre los tres personajes devuelve interés a la trama ya que ahora no todo depende de la genialidad de Marty, a pesar de que sigue siendo el pilar fundamental del negocio y la cabeza visible para el cartel.
Tengo que reconocer que me he bebido esta 3ª entrega que remonta el pequeño bache de la temporada 2. Un inesperado y sorprendente season finale mantiene todas las puertas abiertas a la temporada 4.